A los pocos años de nacer, Federico García Lorca se traslada junto con su familia al cortijo de Daimuz y posteriormente a Valderrubio, por aquel entonces llamado todavía Asquerosa, pero que Federico buscador de la belleza, evitaba firmando sus primeros poemas En la Vega de Zujaira. Será de este lugar de fuentes junto al río Cubillas donde su joven imaginación poética beba continuamente y del que guarde imborrables recuerdos de infancia y juventud. Allí acudió muchos veranos y permaneció largas temporadas hasta 1926.